"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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13-05-2012 |
Porque no me engañan con CUATRO MENTIRAS los maracanases que vienen del pueblo….
El acierto periodístico de un colega alternativo (1) nos ha permitido a todos contemplar el debate interno de un Comité de Base del FA, en estas vísperas de las elecciones internas del 27 de mayo. Reflexionar sobre el contenido de las palabras pronunciadas por un votante frenteamplista “de a pié”, sus interrogantes a los invitados parlamentarios y a los mismos vecinos convocados, el silencio de los representantes y las intervenciones de otros vecinos tratando de silenciar las justas apreciaciones allí vertidas, deberían servirnos para meditar a todos.
Hay una concepción frentista -su origen se encuentra en los establecidos y profundos prejuicios de una parte de la izquierda tradicional- de que los frentes, los organismos de masas y a nivel local, los comités, deben ser las “cadenas de transmisión” de los “ engranajes organizativos” que dirigen otros : los líderes, sus círculos más cercanos y los aparatos políticos que los respaldan. Esa concepción verticalista de la organización está sepultada por la Historia de la misma manera que está muerto sin remedio el estalinismo y la concepción burocrática que le servía de cimiento. Los criterios sin embargo subsisten en la mentalidad atrasada de muchos militantes . Jugar de comparsa, parodiar los comités de defensa revolucionaria y no meditar que al lado de los mismos, a la sombra y, con vistas a prosperar personalmente, se esconde más de un oportunista, trepador y alcahuete entre los vecinos, es un debate que en la izquierda no quiere darse. A las direcciones les sirven los que de comparsa hacen méritos para promocionarse a sí mismos y tentar los primeros peldaños de posibles ascensos. Y de esta manera el círculo se cierra entre mandantes y mandatados con aspiraciones de trepar. Ambos componen el aparato . Afuera del mismo quedan los vecinos, los votantes y los militantes. Los aparatos precisan la subalternidad de las bases como sucedáneo de la obediencia debida.
Las elecciones internas del Frente Amplio, son la ocasión para que las diferentes fracciones muestren claramente las divisiones que los separan. Van hacia la gente viéndolos como masa de maniobra y convidados de piedra , no como ciudadanos concientes, votantes y militantes a los que se convoca para la reflexión colectiva. En el universo de los líderes y las direcciones, a través de sus representantes parlamentarios, las bases deben supeditar todas sus aspiraciones a las necesidades de los grupos políticos, que son los que deciden qué, cuándo y cómo deben debatirse ciertas cuestiones que nos atañen a todos. Es por eso que las huelgas deben suspenderse hasta después de las elecciones frentistas del 27. La agenda la ponen ellos. Y nadie debe considerarse autorizado a alterar el orden, las etapas , que nos quieren imponer. En esa subjetividad de las alturas , hay que votar ahora un presidente del Frente, como hay que preparar las candidaturas del Sr. Tabaré Vázquez, o la posible “colada” como vice de la Sra. Topolansky. Y todo el espectáculo debe encararse a través de los “éxitos” proclamados oficialmente del gobierno. A eso se le llama “trillar” (2).
Hacer callar a un votante de base o, pretender que sus palabras no tengan trascendencia, ejercer la ley mordaza, es un recurso que debe ser denunciado, como recurso, tanto como a los individuos que lo practican. No hay otra manera de imponer la democracia participativa de verdad la única que es garante de un eventual poder popular después. Si no iremos perpetuando la podrida práctica del estalinismo que hoy día no alumbra caminos para nadie. Si la izquierda no aprende a que los representantes se deben a los que los eligieron y que las preguntas planteadas deben responderse, vamos por mal camino. Perpetuamos y prolongamos –lo que es peor- el largo camino de renunciamientos que nos han impuesto sin discusión.
Uno de los representantes del acto es la senadora Constanza Moreira, figura con méritos propios en el nivel de la formación profesional, la cátedra universitaria y ahora, la representación parlamentaria. Sabemos de sus posiciones críticas con respecto a más de un problema: desde la investigación en serio de los reclamos de COFE, a la búsqueda del acuerdo parlamentario que hiciera posible la anulación de la ley de Caducidad e, inclusive sus posiciones últimas con respecto a la fiscal Mirtha Guianze y su integración en el organismo de los derechos humanos uruguayos. Más de una vez, en SURda hemos reproducido y buscado sus comentarios. Sabemos además -de que por sus posiciones que se separan del oficialismo al uso- su figura no es popular en los círculos más cercanos al m-Pepismo. Observando el trozo de filmación se nota ante las preguntas que un hombre de 42 años, votante frenteamplista, le formula, su desagrado. Sabemos que estas cosas pasan en política. Pero también sabe ella misma que las diferencias, las interrogantes y el descontento están en las bases del frente y hay que venir preparados para oírlas y tener respuestas ante las mismas . No hace eso, ni en el oficialismo del cual ella es parte, ni las fracciones de la oposición frentista que se disputan la presidencia del Frente.
Todos nos preguntamos ante los niños comiendo de los tachos de basura, ante los que duermen en la calle después de consumir droga, ante los problemas de los robos y violencias contra los vecinos de los barrios, ante los motines en las cárceles, que los “éxitos” del gobierno no son tales y que el argumento de que nos encontramos ante el “nucleo duro” de la miseria y la pobreza es una coartada de funcionarios gubernamentales. El conflicto de la educación, para poner un ejemplo evidente, no se solucionó durante las vacaciones a pesar de que los maestros y profesores habían anunciado – el año pasado, antes del fin de las clases - de que de esa manera, con baños rotos, techos que se llueven, no era posible reiniciar las clases. Es entonces sumamente oportuno el señalamiento del ciudadano anónimo. Y más pertinente aún, es su pregunta de cuánto es que gana un legislador, ante los 800.000 “diez mil pesitos” que, como al ciudadano anónimo, se les hace difícil llegar a fin de mes. Una situación que no padecen, de manera alguna los legisladores y representantes.
Hubo un tiempo en que un precursor del cine nacional, creo una película que parafraseando el discurso del oficialismo burgués (blanqui-colorado) de entonces se tituló “Como el Uruguay no hay”. Se mostraba allí la diferencia evidente que existía entre el discurso oficial y la realidad económica y social de los años 60, el período de la crisis del Uruguay batllista, con un estado amortiguador de los conflictos sociales. Entonces aplaudíamos aquellas tomas de posición. Pero hoy, a siete años de gobierno frenteamplista y dos administraciones diferentes, no debemos atrevernos a ser críticos y no deberíamos señalar que las diferencias sociales crecen, que el número de marginados aumenta, y que no hemos resuelto a pesar de mayorías parlamentarias que lo hacían posible, un cambio fundamental de la matriz económica tradicional del Uruguay.
Particularmente no deberíamos señalar lo que obvio, o sea, que existen fuerzas políticas frenteamplistas que no quieren profundizar cambio alguno, que no tienen mas norte y estrategia que este neo-liberalismo con puntilla social . Lo dice permanentemente el Sr. Astori, que también aspira a la presidencia que le ha sido siempre –sensatamente- negada por las bases. Lo pretende el Sr. Tabaré Vázquez que alienta sus ambiciones y espera que los acontecimientos lo conviertan en el único candidato posible y que nos olvidemos de todos los renunciamientos y fracasos que protagonizó. Y lo alienta también el m-Pepismo que no puede disimular las ambiciones de su burocracia central a través de la figura lamentable de la senadora Topolanski. Todos esos líderes, aspirantes a caudillos y caudillejos no son solución alguna a los problemas que han contribuido a mantener. Todos ellos están por el capitalismo, por la dependencia ante el imperio norteamericano y aspiran a Uruguay donde el orden de siempre, el de los terratenientes, las empresas multinacionales, las regalías de los puertos francos, el militarismo corrompido de las fuerzas armadas se mantengan. Todos ellos hablan de cambios, que no están dispuestos a realizar. Y por ese motivo, la voz del votante frente-amplista que “El Muerto que habla” ha tenido el acierto de publicar, debe ser alentado por toda la prensa alternativa. Es sobre la base de no ceder, de insistir tercamente en que el Frente Amplio es un instrumento de cambio o no será , que estaremos en condiciones de enfrentar el futuro en condiciones propicias que favorezcan la emancipación social.
El colega alternativo es “El Muerto que habla” en su edición del Domingo 13 de mayo del presente año. SURda, lo ha reproducido por considerarlo de interés general, un interés que trasciende el acierto indudable del colega. Los que trabajan a pulmón en la prensa alternativa saben muy bien que las grabaciones de los oyentes, corresponsales y otros ciudadanos, son un recurso inestimable para que la prensa alternativa pueda hacer su labor. Reflejan además, esas colaboraciones, una conciencia difusa pero generalizada, que está en las bases de la ciudadanía. Ni que hablar del votante (masculino y anónimo) que se animó a tomar la palabra en el Comité y que esta representando cientos o miles de otros votantes. Es difícil para el pueblo liso y llano tomar la palabra y dirigirse a los “representantes”, el pueblo en sí no es un expositor nato y siente un respetable temor ante el hecho de hacer oir su voz. Pero cuando el hecho se produce, como en este caso, por su voz hablan muchos más y la fuerza a su voz y a sus argumentos se los dan los hechos que el pueblo comenta todos los días en los barrios y pueblos del Uruguay. Todo eso lo ignoran los “representantes” aún aquellos que son críticos y lúcidos como la senadora Constanza Moreira. Pero, la diferencia salarial, uno al que no alcanza para llegar a fin de mes, y otros que esta cómodo con los 120.000 pesos mensuales MAS los viáticos, hacen la diferencia.
El “trille”, expresión tomada del viejo lenguaje carcelero, cuando dos militantes intercambiaban impresiones en los recreos, cuestión que era imposible en la vida carcelaria. El “trille” implicaba (entonces) un intercambio de opiniones entre iguales. Ahora, el “trille” significa el monólogo desde arriba para abajo, desde las alturas a la base. De sí se desprende que en ese ejercicio de supuesto diálogo, hay también que ocultar que el 17 de abril del presente año, se suspendió -por el máximo órgano frentista de movilización- otro “trille”, el “desembarco” que se quizo hacer los parlamentarios en el interior profundo del país. Dos actos se hicieron y fueron un fracaso, el tercero en Paysandu prometió hacerse porque ya estaba anunciado. “Iba mas gente (parlamentaria) en la bañadera, que vecinos que los esperaban” como comentó un parlamentario. Después se argumento que justamente las próximas elecciones internas del 27 eran el motivo que hacia preferible suspender el mencionado “desembarco”. Como se ve las “perdidas” no se cuentan y además todos los errores, carencias y defectos de la organización hay que ocultarlas porque involucran a una parte (la organizativa) del aparato. Lo mismo, exactamente lo mismo sucedió cuando las rambleadas (antes de las últimas elecciones) y el comienzo del “banderazo”. En aquella oportunidad, Mujica (porque le convenía, ya que era el candidato) comentó: “Las bases le caminaron por arriba a la dirección”
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